
El mundo empresarial español se encuentra de luto tras el fallecimiento de dos grandes figuras: Javier Echenique Landiríbar y Isak Andic, ambos recordados no solo por sus contribuciones profesionales, sino también por su carácter humano y sus valores.
El reciente fallecimiento de Javier Echenique a los 74 años ha dejado un profundo vacío en el sector financiero. Echenique, quien tuvo una destacada trayectoria al frente de BBVA y Banco Sabadell, así como su papel en Telefónica, será recordado por su excepcional liderazgo y su cercanía con las personas. Su legado se extiende más allá de su carrera, simbolizado por gestos como el envío anual de un queso típico de su tierra a amigos y colegas, reflejando su apego a sus raíces en el valle de Belagua.
Por otro lado, la reciente muerte de Isak Andic, fundador de la firma de moda Mango, también ha conmocionado a la sociedad. Con 71 años, Andic perdió la vida en un accidente de montañismo. Considerado el hombre más rico de Cataluña, su pérdida ha sido lamentada por amigos, empresarios y políticos, quienes han expresado sus condolencias a la familia en el tanatorio de Les Corts en Barcelona.
Ambos empresarios no solo dejaron un impacto significativo en sus respectivos sectores, sino que también cultivaron relaciones personales que trascendieron el ámbito profesional. Según Pablo Zalba, ex presidente del Instituto de Crédito Oficial, uno de los más cercanos a Echenique, su relación se fortaleció a lo largo de los años, compartiendo conversaciones sobre política y su querida Isaba, los cuales llevaban a profundos intercambios sobre la vida y lo que realmente importa.
Las concentraciones de empresas y personalidades del sector en homenaje a Andic y Echenique son testimonios de la huella que han dejado en el panorama empresarial español. El futuro de ambas industrias se verá sin duda influido por estos cambios, y sus legados perdurarán en el tiempo, inspirando a nuevas generaciones de líderes.
Desde este espacio, enviamos nuestras más sinceras condolencias a las familias de Javier Echenique e Isak Andic, así como a todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlos y trabajar a su lado.
