Luis Zahera habló este sábado en TV3 sobre su carrera, los acentos en la actuación y las dinámicas de los rodajes. Su sinceridad y opiniones críticas del mundo del espectáculo elevaron el interés en el programa ‘Col·lapse’, donde generó un debate muy pertinente sobre esa realidad de la industria audiovisual.
El actor, que celebrará su 59 cumpleaños el próximo mes, estuvo en notoriedad por su reciente estreno, Tierra de nadie, y estuvo en promoción en compañía de Ricard Ustrell, donde compartió sus reflexiones sobre su trayectoria profesional.
Observaciones sobre la industria
Durante la entrevista, Zahera reflexionó sobre sus comienzos en la actuación, recordando que su fuerte acento gallego fue un obstáculo inicial en su carrera. «Hubo un tiempo en que no encontraba trabajo precisamente por tener un acento gallego muy pronunciado. Yo no tengo oído, me costaba imitar otros acentos», confesó el actor. Reconoció que en aquel entonces, la industria prefería dos tipos de acentos: el andaluz y el neutro. Sin embargo, esta percepción ha cambiado, valorando ahora la diversidad de acentos.
La conversación se volvió más profunda cuando Ricard Ustrell preguntó sobre las personalidades complicadas en los rodajes. Zahera compartió su experiencia diciendo: «Creo que antes había más imbéciles. Que Dios tenga en la gloria a Arturo Fernández, pero sí, era complicado trabajar con él. No es que no fuera profesional, pero sí generaba una distancia rara, una especie de nube negra… las maquilladoras no podían tocarle, le traían un espejo y él mismo se ponía el maquillaje».
El actor luego abordó su colaboración con el controvertido José Luis Moreno, a quien calificó como «un pedazo de psicópata». Zahera enfatizó las dificultades de trabajar con alguien que, a su juicio, no comprendía el verdadero espíritu de un rodaje: «Somos todos iguales, hacemos la película entre todos, y este tipo de actitudes penalizan gravemente», concluyó Zahera, subrayando la importancia del trabajo en equipo y la humildad en su profesión.
