La reciente noticia sobre que James Gunn y Peter Safran han asumido el control creativo del futuro de la franquicia DC ha sido recibida con un suspiro de alivio. Hasta ahora, el DCEU no había logrado generar un fenómeno comparable al Universo Cinematográfico de Marvel. Era evidente que la saga DC necesitaba un reinicio radical, y se requería una figura con las capacidades organizativas de Kevin Feige para guiar el futuro de esta franquicia. La elección de Gunn fue ideal debido a su experiencia en el desarrollo de películas de superhéroes exitosas.
El DCU comenzó oficialmente a finales de 2024 con Creature Commandos, una serie animada para adultos que fue desarrollada y escrita por Gunn, quien incluso aparece como una versión animada de sí mismo durante los créditos iniciales. Además de escribir y dirigir Superman, la primera entrada cinematográfica de esta saga que llegará a los cines este verano, Gunn también es la voz creativa principal detrás de la segunda temporada de Peacemaker, que se estrena en agosto. Aunque su experiencia sugiere que estos proyectos próximos probablemente serán buenos, el estilo único de narración de Gunn no puede ser la base de cada película y programa dentro del nuevo DCU.
¿Está James Gunn asumiendo demasiado control en el Nuevo DCU?
Aún creo que el mejor trabajo de Gunn ha tenido éxito porque ha reaccionado a eventos dentro del universo cinematográfico más grande. Guardians of the Galaxy apareció en el momento perfecto para el MCU, ya que la ambivalencia general hacia Iron Man 3 y Thor: The Dark World sugería que la franquicia se había vuelto demasiado complaciente con la construcción de mundo y no estaba enfocada en asumir riesgos. Gunn logró crear un espectáculo de ciencia ficción inmersivo que se sintió como un soplo de aire fresco para el MCU, pero también ofreció a los no fanáticos una película que podían disfrutar, incluso si no estaban familiarizados con otras entregas. The Suicide Squad fue otro gran ejemplo de cómo Gunn utilizó su estilo para ayudar a redimir una franquicia; mientras que la Suicide Squad de David Ayer de 2016 tuvo críticas muy negativas, Gunn pudo seleccionar personajes que habían funcionado en la primera película e incorporarlos en una nueva narrativa.
Gunn ha sido encargado de empezar el DCU desde cero, lo cual significa que tiene que crear un universo que sea atractivo para otros creadores. A pesar de que Jon Favreau tuvo una influencia significativa en cómo se veía y se sentía el MCU cuando dirigió las primeras dos películas de Iron Man, otros directores como Kenneth Branagh y Joe Johnston todavía pudieron tomar desvíos estilísticos. En el lado opuesto, el DCEU fracasó porque muchas de las películas posteriores a Man of Steel intentaron y fallaron al emular el enfoque oscuro, sombrío y cínico que había tomado Zack Snyder.
No será efectivo si el enfoque idiosincrático de Gunn se aplica a cada proyecto; podría volverse inaccesible para los nuevos fanáticos. Aunque Creature Commandos fue ampliamente entretenido, la historia de un grupo de forasteros rudos que se ven obligados a convertirse en un equipo de héroes parecía muy derivativa de lo que Gunn ya había hecho con Guardians of the Galaxy y The Suicide Squad. Gunn también parece estar rompiendo sus propias reglas de continuidad con la segunda temporada de Peacemaker; aunque había afirmado firmemente que el DCU retiraría todos los personajes del DCEU, Peacemaker es una continuación directa de los eventos que él estableció en la primera temporada, que fue en sí misma un derivado de The Suicide Squad.
El DCU necesita más diversidad creativa
Aun cuando no se encuentre personalmente en el set o detrás de la escritura de cada próxima entrega, Gunn está involucrado en casi todos los proyectos pendientes en el DCU como productor ejecutivo. Aunque Supergirl: Woman of Tomorrow es dirigido por Craig Gillespie, tendrá un cruce significativo con los eventos de Superman, dado su planeta de origen compartido. Gunn también ha indicado que la próxima serie Lanterns en HBO jugará un papel importante en el universo cinematográfico, ya que Nathan Fillion aparecerá en Superman. Mientras que al principio tenía ciertas esperanzas de que Clayface pudiera existir como su propia historia independiente, ahora estoy preocupado por el futuro del proyecto tras revelarse que Mike Flanagan ya no está involucrado.
El esfuerzo de Gunn por mantener la consistencia en todo el universo también podría jugar en su contra, ya que los mayores éxitos de DC en la última década han sido proyectos que no formaban parte de la continuidad más amplia. Watchmen se convirtió en una obra maestra televisiva ganadora de un Emmy porque ofreció una continuación única de la serie de cómics original de Alan Moore. Mientras tanto, Joker se convirtió en la segunda película de cómics en recibir una nominación al Oscar a Mejor Película, además de ganar en otras dos categorías. Tras un desastroso 2023 en el que las cuatro películas del DCEU fracasaron, el único rayo de esperanza de la franquicia llegó en forma de The Penguin, el programa derivado de HBO que se sitúa en el mismo universo que la cinta de Matt Reeves, The Batman. Mientras que The Penguin se espera que sea un gran contendiente en los Emmys de este año, parece poco probable que hubiera sido aprobado dentro del universo de Gunn.
Warner Bros. ha apostado su futuro en el éxito de Superman, ya que la compañía ha luchado por poner muchas de sus otras franquicias en marcha. Si bien el estilo más irreverente de Gunn puede no ser del agrado de todos, sigue habiendo espacio para crear un universo que pueda alcanzar un amplio rango de audiencias que buscan diferentes cosas en sus historias de cómics. La única manera de que el nuevo DCU tenga éxito es crear una franquicia que se inspire en una amplia variedad de material original y traiga voces más únicas, en lugar de permitir que una sola voz establezca el tono en las etapas iniciales.
