
El Papa Francisco suma esfuerzos para llevar un mensaje de esperanza a través de su homilía durante la Misa Crismal, celebrada en la Basílica de San Pedro. El cardenal Domenico Calcagno fue el encargado de leer el mensaje del pontífice debido a su convalecencia. En su mensaje, el Papa explica: ‘El año jubilar representa para nosotros los sacerdotes, un llamado a la conversión.’ Esta Misa, que tiene lugar cada Jueves Santo, es la ocasión en la que se consagran los óleos utilizados para los sacramentos de la Iglesia.
Por la tarde, el Papa se dirigió a la cárcel de Regina Coeli en Roma para cumplir con una tradición que ha mantenido desde el inicio de su pontificado, visitando a los reclusos. ‘Queridos fieles, pueblo de la esperanza, recen hoy por la alegría de los sacerdotes’, concluyó el Papa en su discurso, animando a todos a encontrar las páginas de su vida a través de las Sagradas Escrituras.
En el transcurso de esta ceremonia, Francisco también ha decidido realizar una contribución económica para ayudar a las víctimas del reciente terremoto en Myanmar. A través de sus acciones y palabras, el Papa Francisco continúa siendo un faro de esperanza y compasión para la comunidad mundial, recordando a todos la importancia de llevar un mensaje de alegría a los pobres, los oprimidos y aquellos que buscan consuelo.
En próximos días, el Papa tiene planeadas más apariciones relacionadas con la Semana Santa, aunque su participación estará sujeta a su estado de salud. Las autoridades en el Vaticano han resaltado que Francisco está mejorando cada día y retomando algunas de sus actividades habituales.
