En la noche del miércoles, los Golden State Warriors sufrieron una sorprendente derrota ante los San Antonio Spurs, con un marcador final de 114-111. Este partido, que tuvo lugar en su hogar, era vital para los Warriors, quienes necesitaban urgentemente una victoria. A pesar de que los Spurs jugaban sin sus dos mejores jugadores y se encontraban en la posición de lotería, los Warriors no lograron salir victoriosos.

El desenlace llegó de manera dramática, ya que Harrison Barnes, un exjugador de los Warriors, selló la victoria de los Spurs con un impresionante tiro de tres puntos en el último segundo, dejando a los aficionados del Chase Center decepcionados y descontentos.

Aunque el inicio del partido fue prometedor para los Warriors, quienes mostraron una defensa sólida y control del juego, todo se desmoronó durante el segundo cuarto. A pesar de liderar al inicio, y de una actuación destacada de Stephen Curry, que terminó con 30 puntos, la ofensiva de los Warriors desapareció en momentos críticos.

Los Spurs, encabezados por el sorprendente rendimiento de Barnes con 20 puntos, se recuperaron y lograron tomar la delantera en el último cuarto, cuando el juego se tornó muy reñido. A pesar de los esfuerzos finales de los Warriors, su falta de conversión en tiros de tres puntos fue fatal. Curry, en su intento por asegurar el balón, terminó cediendo una posesión crucial que derivó en puntos para los Spurs.

Con esta derrota, los Warriors se encuentran ahora en la séptima posición de la Conferencia Oeste y deberán depender de otros equipos para evitar el tan temido torneo de play-in. Tienen una oportunidad de redención el próximo viernes, cuando se enfrenten a los Trail Blazers de Portland.