Pedro Sánchez ha anunciado este lunes una comparecencia y una comisión de investigación sobre el caso Koldo en el Congreso. En su segunda comparecencia en la sede del PSOE desde que un informe de la UCO acreditó indicios de corrupción en dos de sus hombres de confianza, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, ha insistido en no extender las consecuencias al Ejecutivo. El líder del PSOE ha tratado de presentar el escándalo como un caso aislado y ha definido a su partido como «una organización limpia». Entre las medidas anunciadas este lunes, el nombramiento nueva dirección interina del partido en la que figura la actual gerente, citada en el informe de la UCO.
Pero Sánchez no sólo ha defendido la continuidad de su Gobierno, ha intentado pasar al ataque para desafiar al PP y a Vox a presentar una moción de censura. A través de su portavoz en el Congreso, Borja Sémper, el Partido Popular rechaza esa posibilidad porque considera que, con las cifras actuales, sería un «balón de oxígeno» para el jefe del Ejecutivo.
Pese a las dudas que sobre su continuidad ha expresado Podemos, Sánchez espera agotar la legislatura gracias al apoyo de los partidos que apoyaron su investidura. Esta tarde se reúne con Yolanda Díaz, líder de Sumar, el socio minoritario en el Gobierno.