Hoy, 15 de diciembre de 2024, celebramos un hito importante en la historia del cine: los 85 años de ‘Lo que el viento se llevó’. Esta película, dirigida por David O. Selznick, no solo conquistó la taquilla, sino que también se convirtió en un referente cultural que redefinió el vestuario en el séptimo arte.

El vestuario en ‘Lo que el viento se llevó’ fue vital para el desarrollo de la trama y la caracterización de sus personajes. Tal como se relata en el libro de Notorious sobre el 80 aniversario de la película, la elegancia y la complejidad de los trajes de Escarlata O’Hara, interpretado por Vivien Leigh, personifican la dualidad de su carácter: una joven caprichosa que se transforma en una mujer resiliente y pragmática.

El Impacto del Vestuario en el Cine

El diseñador de vestuario Walter Plunkett, encargado de crear más de 5,500 modelos para la producción, se centró en los detalles históricos y en la evolución psicológica de Escarlata a lo largo de la película. Desde su vestido blanco inicial hasta el icónico ‘vestido cortina’ que simboliza su lucha por la supervivencia, cada atuendo cuenta una historia, reflejando las circunstancias dramáticas de la época.

«Y pensar que he amado algo que ni siquiera existe», une de las frases que resuena al final de su viaje, encapsulando su desilusión y crecimiento. Las elecciones de vestuario no solo marcaron tendencias, sino que también han tenido un impacto duradero en la cultura de la moda en Estados Unidos y más allá.

Continúa la Controversia y la Celebración

A pesar de su estatus como clásico del cine, ‘Lo que el viento se llevó’ ha enfrentado críticas por su representación de la historia y de la cultura afroamericana. En August 2017, el célebre cine Orpheum decidió retirar la película de su programación, lo que provocó un debate sobre su relevancia en el contexto actual. Esta controversia recordó la necesidad de revisar y reevaluar el legado de los clásicos, permitiendo que las nueva audiencias accedan a ellos con una perspectiva crítica.

Así, al recordar los 85 años de ‘Lo que el viento se llevó’, no solo celebramos su contribución al cine, sino también la necesidad de continuar el diálogo sobre su impacto cultural. Un legado que perdiora, adaptándose y enfrentando las realidades contemporáneas del arte y su representación.