Ana representa la cuarta generación de rosquilleras en su familia. Con su hijo, su ahijado y una compañera que considera como una hermana, montan sus puestos en las diversas ferias y romerías a lo largo de Galicia. Ana explica: “Es típico, aquí es Santa Lucía, en otro caso es el Carmen, en otro el Pilar, o Santa Ana… cada sitio tiene su Santo”.
Rosquillas artesanales y de fábrica
Este viernes, 13 de diciembre, ha montado su puesto de rosquillas a un lado de la iglesia de Santa Lucía en A Coruña, en pleno centro de la ciudad. Llevando 28 años en esta tradición, Ana asegura que hay mucha devoción en esta fecha especial, “la vemos metiendo en varas rosquillas de esas de toda la vida”, mitad blancas y mitad morenas.

Noela Bao
Las rosquillas más tradicionales
El número de rosquillas no siempre es el mismo, al igual que su precio, que varía según los tamaños. Hay ramilletes de “16, 26 y 34” rosquillas a “5, 8 y 10” euros, respectivamente.
A pesar de que no fabrican las rosquillas, sí las encargan. “Las rosquillas más tradicionales se hacen “a mano, una por una” y vienen de Cabaleiros, en A Silva”, explicó Ana. Estas son las que se venden en varas y actualmente, se plastifican para preservar su frescura. También ofrecen otras variedades de diferentes tamaños.
Los exvotos para quien se quiera ofrecer
Completa su puesto con una mesa donde hay varios objetos de cera, como cirios y exvotos, representando partes del cuerpo. Ana comenta: “Velas, figuras de cera, tenemos también ajos machos… ¡aquí hay de todo!”, refiriéndose a lo que la gente puede ofrecer a Santa Lucía.

Noela Bao
Cirios y exvotos para Santa Lucía
Esta tradición no solo es un modo de celebrar la festividad, sino que también ayuda a la familia de Ana durante el invierno, ya que durante el verano “es mucho” el trabajo que tienen en toda Galicia, mientras que en invierno las ferias son mucho más puntuales.

