La crisis de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) se encuentra en un punto crítico. Tras la reciente retirada de Adeslas de la convocatoria pública para la nueva licitación, la tensión se palpita entre las aseguradoras y los funcionarios. Este organismo, que gestiona la salud de 1,5 millones de mutualistas, se enfrenta a la incertidumbre en cuanto a la continuidad de su servicio sanitaro, el cual ha estado operativo desde 1975.
El Gobierno ha recibido propuestas económicas de solo dos de las tres aseguradoras principales, Asisa y DKV, quienes han presentado iniciativas para abordar los crecientes **costos** que han impactado el funcionamiento de Muface. Aunque Adeslas no ha enviado información, fuentes dentro de la compañía aseguran que su decisión no bloquea su eventual participación en la licitación. No obstante, complica su posible intervención.
Una de las propuestas fue el incremento de las primas por tramos de edad, un cambio que el órgano de contratación ha considerado favorable. Sin embargo, DKV ha ofrecido un aumento del 40,6% para el primer año, generando un debate acerca de las evidencias que sustentan estos incrementos.
Manifestaciones y movilizaciones
Los funcionarios, conscientes de la inminente crisis, han comenzado a movilizarse. Este miércoles, los sindicatos han convocado manifestaciones en Madrid y en otras provincias para exigir al Gobierno y a las aseguradoras responsabilidad y rapidez en la resolución de la situación.
En una reciente rueda de prensa, el ministro para la Función Pública, Óscar López, intentó tranquilizar a los mutualistas indicando que el servicio se extendería mientras se definan las nuevas condiciones, lo cual fue recibido con escepticismo por las aseguradoras que ya han advertido sobre la inminente fecha de vencimiento de las licencias.
Perspectivas futuras
El tiempo es esencial. Con solo 20 días restantes hasta que finalice el acuerdo actual, la presión sobre el Gobierno es palpable. Los sindicatos continúan su lucha, desplegando movilizaciones y buscando el respaldo del público, esperando que las decisiones que se tomen en este periodo crucial aseguren la continuidad del sistema de salud que ha estado al servicio de los funcionarios por más de cuatro décadas.
«Si Muface dice que el servicio está garantizado, que explique cómo», expresaron las aseguradoras al ser cuestionadas por la viabilidad del sistema en crisis.
Las concentraciones seguirán durante el mes de diciembre, con movilizaciones ya programadas, y se espera que el Gobierno presente una solución antes de que finalice el actual contrato. El futuro de Muface, y de sus mutualistas, cuelga de un hilo.
