RTVE se enfrenta a una crisis sin precedentes con el nuevo programa ‘La familia de la tele’. Este espacio, producido por La Osa Producciones, ha caído en un fracaso rotundo, registrando cifras de audiencia desastrosas y recibiendo críticas severas de diversas fuentes.
Desde su debut, los presentadores María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua se han visto obligados a lidiar con datos de audiencia horribles, una situación que los responsables del programa consideran absolutamente insostenible en el corto plazo.
Consciente de que revertir esta situación es casi imposible, la producción decidió adoptar una técnica más dramática: hablar de su propio fracaso en vivo, tratando de justificar el descalabro que están sufriendo. De este modo, en el octavo programa, se percibieron lágrimas, enfados y escenas emotivas, en un intento de conectar con los televidentes y entender por qué no están resonando con el público.
Al inicio de la transmisión, Belén Esteban expresó públicamente su incomodidad, afirmando: ‘No me gustan los temas ni los contenidos, no puedo ser yo. Estoy acostumbrada a hacer otro tipo de televisión’. Esta reflexión evidenció la disonancia entre las expectativas y la realidad del programa.
A pesar de todo el esfuerzo por mejorar la situación, la audiencia ha sido inquebrantable, huyendo del programa hacia otras cadenas. La conclusión es clara: la curva de audiencias es negativa, y tras las ocho emisiones, la dirección de RTVE se prepara para hacer un comunicado sobre el futuro del programa, que podría ser incierto y más que complicado.

