
El presidente Donald Trump anunció el pasado domingo que ha ordenado a varias agencias del gobierno reconstruir y reabrir Alcatraz, una penitenciaría federal célebre que cerró en la década de 1960 y que ha sido un popular destino turístico desde entonces.
En una publicación en social media, Trump indicó que ha instruido a la Oficina Federal de Prisiones, al Departamento de Seguridad Nacional, al Departamento de Justicia y a otros organismos a colaborar para abrir una Alcatraz «sustancialmente ampliada y reconstruida» que albergue a los «más despiadados y violentos» delincuentes del país.
¿De dónde surge la idea?
Durante una conferencia con periodistas, Trump calificó la posible reapertura como «solo una idea que he tenido» y reiteró sus críticas hacia los jueces que, según él, buscan juicios para «todas las personas que están en nuestro país ilegalmente».
Un funcionario senior de la Casa Blanca, que habló bajo condición de anonimato, comentó que Trump ha discutido la idea de albergar a reclusos violentos en Alcatraz desde hace tiempo, sugiriendo que debería reabrirse como prisión para ciertos criminales, como «los que empujan a las abuelas a las vías del metro».
El director de la Oficina de Prisiones, William K. Marshall III, mencionó que ha ordenado una «evaluación inmediata para determinar nuestras necesidades y los próximos pasos». «La Oficina de Prisiones perseguirá enérgicamente todas las vías para apoyar e implementar la Agenda del presidente», agregó.
¿Por qué se cerró Alcatraz?
Alcatraz fue cerrada en marzo de 1963 debido a altos costos operativos, que eran casi tres veces más altos que los de otras prisiones federales. «Un estimado sugirió que la isla necesitaba $5 millones en reparaciones en 1962, que equivaldrían a unos $53 millones hoy, sin considerar las necesidades de infraestructura moderna», afirmó John A. Martini, un historiador de Alcatraz.
La isla se ha convertido en un importante sitio turístico y ahora es operada por el Servicio Nacional de Parques, recibiendo más de 1.2 millones de visitantes al año. Aunque a muchos les gustaría ver la reapertura de Alcatraz, el consenso parece ser que llevar a cabo este proyecto sería extremadamente costoso y complicado.
Reflexiones de la comunidad
Algunos defensores de reformas en el sistema penitenciario han expresado su preocupación. Thomas Gant, organizador comunitario, dijo: «Esperamos que el presidente invierta en personas en lugar de más castigo». La idea de reabrir Alcatraz ha sido recibida con escepticismo por parte de muchos líderes locales y algunos republicanos, quienes han argumentado que sería una carga financiera para el gobierno. La idea de Trump de reabrir Alcatraz plantea más preguntas que respuestas y ha comenzado un debate sobre hacia dónde dirigirse en cuanto a la reforma penitenciaria en Estados Unidos.
