El presidente Donald Trump anunció el miércoles la imposición de nuevos aranceles que afectarán a casi todos los socios comerciales de EE.UU. Esta decisión incluye un impuesto del 34% a las importaciones de China y del 20% a la Unión Europea, lo que podría desmantelar gran parte de la estructura de la economía global y desatar guerras comerciales más amplias.
En un anuncio realizado en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca, Trump explicó que la medida busca imponer tarifas elevadas a las naciones con las que EE.UU. tiene grandes déficits comerciales. Asimismo, estableció un impuesto base del 10% a las importaciones de todos los países, aludiendo a lo que él describe como una emergencia económica.
«Nuestro país ha sido saqueado, violado y despojado», afirmó Trump, que argumentó que los aranceles son necesarios para devolver la justicia al comercio global y potenciar la manufactura en el territorio estadounidense.
Esta acción representa un aumento de impuestos histórico que puede llevar a una transición difícil para muchos estadounidenses, ya que los productos esenciales como la vivienda, automóviles y ropa se espera que se encarezcan significativamente. Además, esta situación podría afectar las alianzas forjadas para asegurar la paz y la estabilidad económica a nivel mundial.
Trump aseguró que su intención es generar ingresos por cientos de miles de millones para el gobierno de EE.UU. y restablecer la equidad en el comercio internacional.
‘Los contribuyentes han sido estafados durante más de 50 años’, enfatizó Trump. ‘Pero eso no va a suceder más.’
Además, declaró una emergencia económica nacional para implementar los aranceles, prometiendo que los empleos en fábricas volverán a EE.UU. a raíz de estas decisiones. Sin embargo, sus políticas podrían provocar una desaceleración económica repentina, ya que tanto los consumidores como las empresas pueden enfrentarse a aumentos de precios significativos.
La reacción inicial a esta medida ha sido mixta. Varios senadores republicanos, especialmente de estados agrícolas y fronterizos, han cuestionado la sabiduría de estos aranceles. Las acciones en el mercado de valores de EE.UU. reaccionaron con una caída significativa en previsión de un debilitamiento de la economía.
Comparativa con medidas anteriores
Los expertos comparan este aumento de tarifas con el acto arancelario Smoot-Hawley de 1930, que dio pie a una guerra comercial global y profundizó la Gran Depresión. Scott Lincicome y Colin Grabow, del Instituto Cato, señalaron que ‘con el anuncio de hoy, los aranceles estadounidenses se aproximan a niveles no vistos desde entonces’.
Las nuevas tarifas se suman a impuestos recientes del 25% sobre importaciones de automóviles y gravámenes contra naciones como China, Canadá y México. Trump también ha impuesto tarifas sobre productos derivados del petróleo de Venezuela y ha anunciado planes de imponer impuestos adicionales a productos farmacéuticos, madera, cobre y chips de computadora.
Mientras que Canadá y México no enfrentarán aumentos adicionales, los importes de China debido a su papel en la producción de fentanilo se elevarán considerablemente, y diversos productos estarán exentos de impuestos, aunque esto aún está por definirse.
Oposición y reacciones internacionales
Funcionarios en la administración han expresado que esta iniciativa estará acompañada de diversas medidas de respuesta de otras naciones. Alianza con Canadá y la Unión Europea han comenzado a revelar sus propias tarifas en respuesta a las políticas estadounidenses.
Trump ha enfatizado que estas medidas son necesarias para contrarrestar lo que él considera un aprovechamiento por parte de otros países de las libertades comerciales otorgadas por EE.UU. Sin embargo, el clima de incertidumbre económica y depreciación del sentimiento entre consumidores y empresarios podría traer complicaciones en el futuro próximo.
La conclusión es clara: el futuro del comercio internacional está en juego, y las decisiones que se tomen marcan el rumbo para las economías de muchos países.
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