
El 27 de marzo de 2025, la Comisión Europea presentó una Estrategia de Preparación para Situaciones de Crisis, destacando un aumento en la necesidad de los ciudadanos de estar preparados ante emergencias. Esto surge tras la guerra en Ucrania, la crisis climática y el deterioro de las relaciones entre Europa y Estados Unidos.
El documento menciona 30 acciones clave que buscan involucrar a la ciudadanía de los 27 países miembros para que estén listos para incidentes importantes, incluyendo agresiones armadas. Esta iniciativa busca promover un sentido de responsabilidad civil y preparación.
La Cultura de Preparación en Europa
Los países nórdicos, como Suecia y Finlandia, ya han integrado la preparación en su cultura nacional. En estos lugares, contar con un kit de emergencia no es una novedad, sino una norma social establecida. Los ciudadanos han sido educados sobre la importancia de estar listos para enfrentar crisis, dadas sus experiencias históricas con conflictos, especialmente con Rusia.
Las recomendaciones incluyen almacenar alimentos no perecederos, agua, linternas, y hasta un botiquín de primeros auxilios. Sin embargo, lo más importante, según los expertos, es la capacidad de autosuficiencia temporal, que permite a las autoridades manejar crisis sin que la población se convierta en una carga desde el inicio.
Resiliencia Psicológica
Un pilar fundamental en la preparación es la resiliencia psicológica. Por ejemplo, Suecia ha distribuido manuales que instruyen a los ciudadanos sobre cómo manejar la desinformación y mantener la cohesión social en tiempos difíciles. El mensaje es claro: los suecos deben estar preparados para no rendirse ante cualquier amenaza.
¿Cómo Reaccionan Otros Países?
Sin embargo, en el sur de Europa, como en España, la reacción ha sido diferente. El Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró que no hay una amenaza real y criticó la alarma que genera la recomendación de un kit de emergencia. Albares enfatizó que ayudar a la población a estar preparada es fundamental para evitar el pánico.
A pesar de estas diferencias, los expertos están de acuerdo en que las amenazas actuales son globales y requieren una nueva forma de pensar sobre la seguridad. La preparación no es alarma; es una estrategia de prevención y prudencia.
Para concluir, la estrategia de la UE busca fomentar una cultura de preparación ciudadana que combine conocimiento, favorabilidad comunitaria y autosuficiencia, marcando así un avance hacia una mayor resiliencia europea frente a posibles crisis.

